El Nacimiento que ilumina la fe del sureste: tradición viva en el Asilo Brunet Celarain

Mérida se prepara para contemplar uno de los nacimientos más grandes del sureste
La fe hecha paisaje: vuelve el monumental nacimiento del Asilo Brunet Celarain
Checate el video en: https://youtu.be/ybxYaAZThvY
Mérida, Yucatán, se alista para recibir nuevamente uno de los acontecimientos religiosos y culturales más entrañables de la temporada decembrina: la apertura del Nacimiento del Asilo Brunet Celarain, considerado hoy uno de los más grandes, detallados y majestuosos de todo el sureste mexicano. La cita es el próximo 12 de diciembre de 2025, después de la misa matutina, en el histórico recinto ubicado en la Avenida Cupules 509, donde la tradición, la devoción y el arte se entrelazan para ofrecer una experiencia espiritual única, abierta de manera gratuita al público, con opción a donativo voluntario.
Este monumental pesebre permanecerá abierto hasta el 2 de febrero de 2026, abarcando todo el periodo de Navidad, Año Nuevo y la festividad de la Candelaria, como marca la tradición cristiana. Con más de 630 figuras, más de 100 edificaciones cuidadosamente construidas y un sistema de iluminación, movimiento y efectos de humo que simulan el amanecer, el nacimiento no solo representa una escena, sino un verdadero recorrido visual por los pasajes fundamentales de la vida de Jesucristo.

Un nacimiento que es arte, fe y catequesis popular
Más allá de su tamaño impresionante, el nacimiento del Asilo Celarain se ha convertido en una auténtica catequesis visual para miles de fieles que año con año acuden a contemplarlo. Cada escena ha sido pensada con profundidad bíblica, sensibilidad artística y una clara intención evangelizadora.
Desde la Anunciación y el camino de María y José, hasta el nacimiento en Belén, la adoración de los pastores, la llegada de los Reyes Magos, la huida a Egipto, la matanza de los inocentes, la vida oculta de Jesús y su presentación en el templo, todo está representado en un solo espacio, como si el visitante caminara por las páginas del Evangelio.
Las figuras con movimiento, la iluminación cuidadosamente diseñada y los efectos especiales de humo al amanecer aportan una atmósfera inmersiva que despierta asombro tanto en niños como en adultos. No se trata solo de observar, sino de sentir que la historia sagrada cobra vida frente a los ojos del espectador.
La mano creadora de Sor Isabel y el trabajo silencioso de la congregación
El alma detrás de esta obra es Sor Isabel, quien desde hace más de 10 años ha asumido la responsabilidad de diseñar y dar vida a este nacimiento monumental. Con materiales reciclables como el unicel, piedras artificiales y estructuras ligeras, la religiosa construye casas, montañas, caminos y paisajes completos, aplicando principios de perspectiva, proporción y detalle que sorprenden incluso a arquitectos, artistas y especialistas que acuden a visitarlo.

“No soy arquitecta, pero me gusta mucho el detalle”, explica con sencillez sor Isabel, mientras supervisa cables, luces, estructuras y esculturas. El proceso de montaje inicia apenas dos meses antes de la inauguración y se intensifica en las últimas semanas, combinando jornadas agotadoras con otras labores propias del asilo y de la congregación. Es un trabajo veloz, delicado y totalmente artesanal, que se desmonta al concluir la temporada para volver a comenzar el año siguiente, como un acto de fe perseverante.
Muchas de las figuras han sido donadas por la comunidad: hay piezas provenientes de Puebla, Guadalajara, otras de origen español, incluso italianas y muchas de manos mexicanas. La reutilización de materiales no solo obedece a la necesidad económica, sino también a una conciencia ecológica que busca no contaminar y dar nueva vida a lo que otros ya no usan.
El nacimiento como expresión profunda del misterio de la Navidad
El nacimiento no es solo un adorno ni un espectáculo visual. Es la representación viva del misterio central de la fe cristiana: la Encarnación del Hijo de Dios. En el corazón de la Navidad está el hecho de que Dios se hace hombre, nace pobre, frágil y vulnerable, para redimir a la humanidad. Esa escena en el pesebre de Belén, con María, José, los pastores y los ángeles, ha marcado profundamente la vida religiosa del continente americano desde la época colonial.
En América Latina, el nacimiento no es solo una tradición decorativa, sino una verdadera expresión de identidad espiritual. Desde México hasta la Patagonia, los pueblos han recreado el pesebre con rasgos propios, integrando elementos indígenas, barrocos, artesanales y contemporáneos. El Nacimiento del Asilo Celarain se inscribe en esa gran tradición continental donde la fe se expresa con creatividad, belleza y sencillez.
La devoción al Niño Jesús como eje de la vida familiar, comunitaria y social ha sido durante siglos un punto de encuentro entre generaciones. En el pesebre se enseña a los niños el sentido de la humildad, la esperanza, la paz y el amor; a los jóvenes, el valor del servicio; y a los adultos, la importancia de la fe como sustento en medio de las dificultades.

Una tradición que también es solidaridad con los adultos mayores
El nacimiento del Asilo Brunet Celarain no solo convoca por su belleza religiosa, sino también por su profundo sentido social. La entrada es gratuita, pero se aceptan donativos voluntarios destinados al sostenimiento de las hermanas y, sobre todo, al cuidado de los adultos mayores que habitan el asilo. “No se trata de uno, sino de nuestros mayores, y recuerden que para allá vamos todos, si Dios nos presta vida”, se recordó durante el recorrido previo a la inauguración.

Checate el video en: https://youtu.be/ybxYaAZThvY
Cada visitante no solo contempla una obra de arte sacro, sino que se convierte también en parte de una cadena de solidaridad que sostiene la vida de quienes hoy necesitan cuidados. El nacimiento, así, se transforma en un puente entre la contemplación espiritual y la acción concreta de ayuda al prójimo.
Fe que educa, conmueve y transforma
Quienes han visitado el nacimiento en años anteriores coinciden en que el impacto va mucho más allá del asombro visual. Para muchos niños, esta es su primera aproximación real a los pasajes evangélicos; para los jóvenes, una oportunidad de redescubrir el sentido de la Navidad, más allá del consumo; y para los adultos, un llamado a volver al centro de la fe: Jesús, nacido para la salvación del mundo.
“¿Por qué celebramos la Navidad? Porque Él nació”, se escucha decir a Sor Isabel con convicción. “El centro no son las fiestas, ni los regalos: es Jesús”. En cada figura, en cada luz y en cada movimiento, se busca precisamente eso: conducir al visitante al misterio, a la contemplación y a la reflexión.

Datos clave del Nacimiento 2025
El nacimiento del Asilo Brunet Celarain abrirá oficialmente el 12 de diciembre de 2025, después de la misa de las 7 de la mañana. Se ubica en la Avenida Cupules 509, en Mérida, Yucatán. Cuenta con más de 630 figuras, más de 100 construcciones y numerosos efectos especiales de iluminación, movimiento y humo. La entrada es gratuita, con donativos voluntarios para el asilo. Estará abierto al público todos los días, en horario aproximado de 9:30 de la mañana a 8:00 de la noche, hasta el 2 de febrero de 2025.
Un encuentro con la fe en el corazón de Mérida
El Nacimiento del Asilo Celarain se ha convertido ya en una tradición viva de la ciudad de Mérida, un punto de encuentro entre la fe, el arte, la cultura y la solidaridad. Año con año, familias enteras, turistas nacionales y extranjeros se forman para entrar, recorrer sus pasajes, tomarse un momento de silencio y salir con el corazón renovado.

En tiempos donde la prisa, el consumo y la incertidumbre dominan la vida cotidiana, esta obra monumental vuelve a recordar a la sociedad yucateca y al sureste entero que el centro de la Navidad sigue siendo el mismo desde hace más de dos mil años: un Niño nacido en un pesebre, que sigue iluminando la fe de millones de personas.
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