Abre nuevo frente con demanda de más prestaciones y amenazan con volver a parar.

Tras semanas marcadas por huelgas, marchas y plantones, el magisterio yucateco vuelve a tensar la relación con las autoridades al exigir ahora un aumento en el aguinaldo de los trabajadores de la educación.
La demanda, presentada formalmente por la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Yucatán (CETEY), forma parte de los puntos centrales en las mesas de negociación que recién iniciaron con la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado (Segey).
“Esperamos una respuesta concreta antes de que arranque el nuevo ciclo; es un derecho que exigimos sea respetado y ampliado”, declaró Raúl Serrano Sánchez, representante de la CETEY, al término de la primera reunión realizada en las oficinas de la Segey.


Aunque las autoridades señalaron que evaluarán la viabilidad económica para otorgar este aumento, no se descartó que la medida pueda concretarse este año. En caso contrario, se analizaría su implementación hasta 2026.
La petición ha generado inquietud en otros sectores productivos, donde se teme que este tipo de presiones, constantemente premiadas por las autoridades con concesiones, puedan sentar un mal precedente. El riesgo, advierten algunos analistas, es que otras organizaciones recurran a tácticas similares para obtener beneficios adicionales, sin considerar el impacto financiero y operativo en el estado.
Además del aguinaldo, la CETEY también exige la abrogación de la Ley 2022 del Issstey y el ajuste del tabulador 3 del sistema DGETI. Las negociaciones continuarán a través de seis mesas de trabajo programadas cada quince días hasta agosto.

La dirigencia sindical advirtió que, si no hay acuerdos tangibles, no descartan retomar movilizaciones a nivel estatal y nacional.
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