JAPEY: una década de apoyo silencioso que hoy impulsa a miles de yucatecos vulnerables
Del cabildo a la asistencia social: la trayectoria de Alejandrina León y su misión en Yucatán
Por más de una década, la Junta de Asistencia Privada del Estado de Yucatán (JAPEY) ha sido un motor silencioso que impulsa el trabajo de decenas de fundaciones que atienden a los sectores más vulnerables de la población. Sin embargo, es en la actual administración, bajo la dirección de Alejandrina León Torres, cuando esta labor comenzó a cobrar mayor visibilidad, apoyo y resultados concretos.
Entrevistada en el restaurante italiano Raffaella Caffe By Dolce Delizia, bajo la atención del chef propietario Juan José Lara León, ubicado en la colonia Itzimná, en la ciudad de Mérida, Alejandrina hace un repaso por su trayectoria política que data de hace tres décadas desempeñándose en diferentes cargos del servicio público, del que señala que lo mejor y más satisfactorio es poder ayudar a quienes realmente lo necesitan, ya que en Yucatán hay muchas necesidades en un amplio sector de la población y no debemos olvidar que lo más importante en la vida es la familia.
Una misión que crece y se fortalece
Muchas personas creen que la JAPEY es una institución recién creada, pero en realidad lleva más de diez años de existencia. Su función principal es asesorar, regular y apoyar a las fundaciones del estado, ayudándoles a desarrollar proyectos, vincularse con empresas y garantizar el cumplimiento de requisitos legales para recibir donativos nacionales e internacionales.
Cuando Alejandrina León Torres asumió la dirección, en octubre pasado, al integrarse al gabinete del gobernador Joaquín Díaz Mena, en Yucatán había sólo 15 fundaciones registradas. Hoy, la cifra asciende a 37 organizaciones activas distribuidas en Mérida y municipios como Valladolid, Akil, Ticul y Tizimín. En 2024, estas fundaciones atendieron a más de 43 mil personas, ofreciendo servicios que van desde tratamientos médicos y terapias hasta alimentación y actividades culturales o deportivas.
De la salud a la educación
Las causas que las Fundaciones atienden son diversas: niños con cáncer, síndrome de Down, autismo, TDAH, discapacidad auditiva o motriz, mujeres con cáncer, personas de la tercera edad y familias en situación de pobreza extrema. Ejemplos como la fundación Tócate, dedicada a mujeres con cáncer, o los comedores comunitarios que diariamente alimentan a más de 120 niños en zonas como Dzununcán, reflejan el alcance de este trabajo.
El impacto se amplía con el convenio histórico firmado con la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado (Segey). Gracias a él, de 10 a 15 fundaciones enfocadas en educación podrán coordinarse con el sistema escolar para adaptar planes de estudio a las necesidades de niños con condiciones específicas. Además, se capacitará a maestros en la detección temprana de autismo y TDAH, evitando que problemas de aprendizaje sean confundidos con indisciplina.
Alianzas que multiplican resultados
Uno de los grandes logros de la actual gestión encabezada por el gobernador Joaquín Díaz Mena, es la derrama económica de 53 millones de pesos generada por proyectos y apoyos en 2024. Buena parte proviene de alianzas con empresas socialmente responsables a través de campañas de redondeo.
El primer convenio con Oxxo ya benefició a la fundación Tócate, a un comedor comunitario y a la organización Paso a Pasito. También se firmaron acuerdos con Dunosusa y Promesa, empresa con más de 35 tiendas en el sureste. Actualmente se negocia con Soriana, lo que abrirá nuevas oportunidades de financiamiento para las fundaciones.
Estas campañas funcionan así: durante tres meses, en cada compra el cliente puede redondear su cuenta. Los centavos acumulados, que muchas veces el público desconoce a dónde van, se convierten en recursos tangibles que financian terapias, cirugías, equipamiento médico o alimentos.
Prevención social y combate a la ociosidad
En las comunidades del sur de Yucatán, donde el 40% de la población son jóvenes, las fundaciones impulsan actividades culturales, deportivas y talleres de oficios como plomería y electricidad. Esto no sólo les brinda habilidades para el autoempleo, sino que también previene el consumo de drogas y la violencia.
“Hay que canalizar la energía y el tiempo de los jóvenes hacia algo positivo. No sólo se trata de dar terapia o comida, sino de abrirles un camino hacia la independencia”, destaca León Torres.
Regulación y confianza
Para recibir apoyo económico o en especie, una fundación debe ser reconocida como Institución de Asistencia Privada (IAP). Esto implica cumplir con requisitos como tener un consejo consultivo, alta en el SAT y un proyecto con misión y objetivos claros. La JAPEY verifica que cada organización esté en regla y realiza visitas constantes para supervisar sus actividades.
Este control garantiza la confianza de donantes nacionales e internacionales como Monte de Piedad y Fundación Slim, que priorizan a las IAP reguladas.
Historias que conmueven
No todo son cifras. Algunas experiencias dejan huella, como el caso de una bebé de 14 días abandonada en una caja de zapatos frente a un hospital. Gracias a la coordinación entre el DIF y la JAPEY, la niña fue canalizada de inmediato a una fundación segura y supervisada. “Es ahí donde entiendes la importancia de que existan redes sólidas de asistencia”, afirma León Torres.
Trayectoria política: de la oposición al trabajo social
Antes de dirigir la JAPEY, Alejandrina León fue regidora en el Ayuntamiento de Mérida. Recuerda esa etapa como una de las más combativas, junto a figuras como Pérez Ballote y Gamaliel. Su papel como oposición se hizo notar cuando cuestionó con firmeza presupuestos como los 53 millones de pesos solicitados para el carnaval, señalando que, pese a contar con patrocinios millonarios, se pedían recursos adicionales sin justificación clara.
Hoy, desde un espacio más enfocado en lo social que en lo político, asegura que esa misma determinación la guía para gestionar apoyos y defender a las fundaciones frente a la burocracia.
Visión política y compromiso con Morena
Militante de Morena y alumna de su escuela de formación política, León Torres considera que el partido vive un momento sólido y que aún tiene varios años de fortaleza por delante. Reconoce los retos de la presidenta Claudia Sheinbaum, especialmente en materia de seguridad y política de drogas, pero valora su manejo firme y el respeto que ha ganado a nivel internacional.
“Como ocurrió con el PRI en su momento, Morena tiene ahora la oportunidad de consolidarse. La diferencia será el trabajo que hagamos en estos años”, apunta.
Un trabajo 24/7 por Yucatán
La labor de la JAPEY no tiene pausas. Desde supervisar un comedor comunitario en un municipio rural hasta cerrar un convenio internacional, el equipo trabaja todos los días para que las fundaciones tengan los medios necesarios para seguir operando.
“En Yucatán nadie debería quedarse sin apoyo, ya sea en alimento, atención médica, educación o capacitación. Esa es nuestra meta, y la visibilidad que hoy tienen las fundaciones es nuestra mejor herramienta”, concluye León Torres.
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