Después de 40 meses, la justicia reconoce a Fernando Barbachano como legítimo dueño de hoteles en Chichén Itzá

Regresan a manos de Fernando Barbachano los históricos hoteles Mayaland y The Lodge, tras fallo judicial

Justicia y restitución: Fernando Barbachano recupera legalmente los hoteles de Chichén Itzá

Tras más de tres años de intensa batalla legal, la justicia mexicana finalmente reconoció el derecho legítimo de Fernando Eugenio Barbachano Herrero sobre dos de las propiedades hoteleras más emblemáticas de la zona arqueológica de Chichén Itzá: los hoteles Mayaland y The Lodge. Esta resolución judicial pone fin a un conflicto de 40 meses, marcado por señalamientos de presuntas irregularidades, presiones políticas y una lucha constante por el respeto al Estado de Derecho.

La restitución oficial de los inmuebles tuvo lugar tras una orden emitida por la Juez de Control del Distrito Judicial de Cancún, dentro de la carpeta administrativa 768/2022, fechada el 29 de abril de 2025. Dicha resolución instruyó la entrega inmediata y material de las propiedades, ejecutada conforme al Código Nacional de Procedimientos Penales, a solicitud de autoridades ministeriales del estado de Quintana Roo.

En cumplimiento a la sentencia, elementos de la Fiscalía General del Estado de Yucatán, en coordinación con la Secretaría de Seguridad Pública y la Policía Estatal de Investigación (PEI), realizaron el operativo para devolver a Barbachano Herrero tanto los inmuebles como los bienes muebles de los hoteles, que habían sido operados por Rodolfo Rosas Moya desde hace más de tres años.

Este fallo judicial representa el cierre de una etapa marcada por una disputa con Rosas Moya, quien tomó posesión de las instalaciones a partir de una compraventa inconclusa, situación que derivó —según lo dictaminado por las autoridades— en un acto de despojo. Durante este tiempo, Rosas Moya mantuvo el control de los hoteles y generó ingresos con su operación, lo que los abogados de Barbachano calificaron como usurpación y enriquecimiento indebido.

En conferencia de prensa, Fernando Barbachano y su equipo legal destacaron que la orden de entrega fue girada por la Fiscalía General de Quintana Roo y acatada por su homóloga en Yucatán, reconociendo así que Barbachano es el propietario original. Documentos del Registro Público de la Propiedad también respaldan esta titularidad, al establecer que la familia Barbachano Herrero posee estos inmuebles con una historia de más de un siglo vinculada al turismo en Yucatán.

Durante el proceso, Barbachano denunció públicamente que las fiscalías de ambos estados permitieron abusos en su contra y que se utilizaron “aberraciones jurídicas al amparo del poder” para favorecer a Rosas Moya. Acusó directamente al gobierno del entonces gobernador Mauricio Vila Dosal (2018–2024), hoy senador de la República, de haber intervenido políticamente en favor de su contraparte.

La resolución judicial, sin embargo, representa un acto de reparación institucional y ratifica el principio de legalidad. Con ello, Fernando Barbachano no solo recupera sus propiedades, sino que también se refuerza la confianza en las instituciones de justicia y en la defensa del patrimonio turístico y empresarial de Yucatán.

“Este triunfo no es solamente mío ni de mi familia, es una muestra de que el Estado de Derecho puede prevalecer incluso frente a la adversidad y la corrupción”, expresó Barbachano al final de su intervención ante los medios.

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