“Violencia, silencio y prevención: Mérida actúa con Sin Filtros ante los embarazos adolescentes”

“Juventudes sin miedo y con voz: el nuevo programa Sin Filtros busca romper tabúes y prevenir embarazos tempranos en Mérida”
En Mérida y sus 47 comisarías, cada día se registran dos casos de embarazo en adolescentes, una cifra que refleja una realidad compleja donde confluyen la desinformación, el silencio familiar y, en muchos casos, la violencia sexual. A nivel estatal, Yucatán contabiliza alrededor de ocho casos diarios, aunque las autoridades reconocen que existe una amplia cifra negra de casos no denunciados, sobre todo aquellos originados en contextos de violencia intrafamiliar.
Ante esta situación, el Ayuntamiento de Mérida, encabezado por Cecilia Patrón Laviada, puso en marcha el programa “Sin Filtros”, una estrategia de prevención, orientación y acompañamiento dirigida a jóvenes, madres, padres, docentes y personal de salud.
El objetivo es generar espacios de diálogo y confianza donde los adolescentes puedan hablar sin miedo sobre su cuerpo, sus emociones y sus derechos.

Una campaña de prevención con rostro humano
“Trabajamos e iniciamos una campaña que se llama Sin Filtros. Ustedes recordarán que la alcaldesa este año le dio mucho impulso al tema de prevención del embarazo en la adolescencia”, explica Yahayra Centeno, directora del Instituto de las Mujeres del Ayuntamiento de Mérida (IMMA).
El programa, diseñado como un proyecto de mediano plazo, no se limita a charlas informativas: incluye procesos formativos con jóvenes, docentes y personas cuidadoras. Las actividades se centran en conceptos clave como el consentimiento, la prevención de la violencia en el noviazgo y la detección temprana de situaciones de abuso.
Centeno enfatiza que la sexualidad no se reduce a las relaciones sexuales, sino que abarca la manera en que los adolescentes se perciben, se relacionan y entienden los cambios de su cuerpo. Por eso, el programa busca desmitificar los tabúes que aún persisten en muchas familias.
Romper el silencio y construir confianza
Una de las principales barreras que enfrentan las y los adolescentes es la falta de un adulto de confianza con quien hablar. “Mucho del tema de las adolescencias es que no tienen con quién platicar, y cuando el tema es tabú en casa, resulta muy difícil abrir ese vínculo de confianza”, señala Centeno.
El IMMA busca llenar ese vacío mediante talleres, jornadas y ferias educativas, donde los jóvenes pueden dialogar con especialistas y resolver sus dudas “sin filtros”. La idea es que pregunten todo lo que necesiten saber a profesionales, y no recurran a fuentes poco confiables en internet o redes sociales.

En este contexto, la funcionaria subraya la necesidad de hablar también con las infancias sobre la diferencia entre secretos buenos y malos, cómo identificar el acoso y a quién acudir si se sienten incómodos con el comportamiento de algún adulto.
Violencia sexual: el trasfondo de muchos embarazos tempranos
Cuando los casos de embarazo ocurren en menores de 14 años, ya no se trata de un tema de salud reproductiva, sino de violencia sexual infantil, advierte Centeno. La mayoría de los casos, señala, ocurren con agresores que son personas conocidas por las víctimas: tíos, padrastros, abuelos o incluso el propio padre.
“Estamos hablando también de un delito, de violencia sexual. Por eso es tan importante hablar de estos temas sin miedo, y dar acompañamiento integral a las víctimas”, afirma.
El Instituto de las Mujeres ofrece atención psicológica, jurídica y de trabajo social a las niñas, adolescentes y mujeres que viven violencia. Además, acompaña los procesos legales ante la Fiscalía, brindando representación y apoyo hasta que el caso concluya.

Escuelas y comunidades: los primeros espacios de acción
El programa Sin Filtros opera de manera directa en cuatro escuelas por semana, donde el equipo del IMMA imparte entre cinco y seis talleres por plantel. Al finalizar, se realiza una “formada” o feria educativa con actividades lúdicas, dinámicas y participación de empresas y organizaciones civiles.
Estas jornadas abordan temas como derechos sexuales y reproductivos, consentimiento, relaciones sanas y autoestima, pero también se busca que los jóvenes compartan cómo se sienten y qué problemas enfrentan en casa.
“Mientras juegan, aprenden. Mientras dialogan, nos cuentan qué pasa en sus hogares. Y ahí salen otros problemas: la falta de atención, la frustración, el cambio de humor. A veces se les llama rebeldes, pero muchas veces lo que necesitan es escucha”, dice Centeno.
Un esfuerzo integral con enfoque comunitario
El programa abarca toda la capital y sus 47 comisarías, con especial atención en las zonas más vulnerables, donde la falta de información o el aislamiento aumentan el riesgo de embarazos tempranos.
El trabajo se realiza en coordinación con el Sistema DIF Mérida, el Sipinna (Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes) y las dependencias municipales de salud. Además, el personal docente del Ayuntamiento recibe capacitaciones específicas para brindar orientación oportuna desde los módulos de salud escolar.
“El énfasis de la alcaldesa ha sido claro: llegar a todos los espacios, que cada niña y adolescente sepa que no está sola y que puede acercarse al Instituto”, remarca Centeno.

La dimensión del problema
De acuerdo con las estadísticas, dos adolescentes embarazadas al día en Mérida equivalen a más de 700 casos al año, sin contar los no registrados. A nivel estatal, ocho casos diarios representan cerca de 3,000 embarazos adolescentes cada año.
Estas cifras evidencian la necesidad de reforzar la prevención desde edades tempranas, así como garantizar que los casos de violencia sexual sean denunciados y atendidos con perspectiva de género y de derechos humanos.
El reto no solo es sanitario, sino también cultural y familiar: romper el silencio que perpetúa el abuso y garantizar que los jóvenes reciban educación afectiva y sexual desde la confianza, no desde el miedo.
Juventudes que se expresan sin miedo
El éxito de Sin Filtros radica en su lenguaje directo y su cercanía con las juventudes. El equipo que lo impulsa está formado por jóvenes profesionales, lo que genera empatía y facilita la comunicación.
“Hasta ahora no hemos tenido agresiones ni rechazo; al contrario, los jóvenes participan, se interesan, se abren. Nos cuentan sus dudas y nos piden regresar”, comenta Centeno.
El programa concluirá su primera etapa el 20 de octubre, pero el Instituto de las Mujeres ya prepara la capacitación del personal docente municipal, con el fin de mantener continuidad en el trabajo preventivo y de acompañamiento.

Un llamado a la acción
El fenómeno del embarazo adolescente, vinculado en muchos casos a la violencia sexual y a la falta de información, no puede abordarse solo desde la sanción, sino desde la educación, la escucha y la construcción de confianza.
El Ayuntamiento de Mérida ha dado un paso al frente con Sin Filtros, una iniciativa que coloca en el centro la voz de las y los jóvenes, promoviendo un diálogo abierto y sin prejuicios.
Porque solo hablando sin filtros, escuchando y acompañando, se puede construir una sociedad donde las niñas, niños y adolescentes vivan con dignidad, seguridad y oportunidades reales para su futuro, concluyó Centeno.
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