“El Paseo de las Ánimas ilumina Mérida: cultura, fe y turismo en una ciudad segura”
“Mérida celebra el Día de Muertos con el alma: vaquería, video mapping y el sabor del mucbipollo”
Mérida honra a sus difuntos con arte, tradición y alma viva
La capital yucateca se prepara para vivir uno de sus eventos más emblemáticos: el Festival de las Ánimas, una celebración que combina arte, fe y tradición para rendir homenaje a los que ya partieron, en el marco de las festividades del Día de Muertos.
Este sábado, a partir de las siete de la noche, el Paseo de las Ánimas reunirá a más de 50 mil personas, en un recorrido que iniciará en el Cementerio General y concluirá en el barrio de San Juan, con un ambiente lleno de color, música y respeto por las raíces mayas.
El alma del Día de Muertos en México
El Día de Muertos, inscrito en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO desde 2008, representa una de las tradiciones más entrañables y simbólicas del país. En todos los rincones de México, los altares, flores de cempasúchil, velas y ofrendas reflejan la convicción de que la muerte no es el fin, sino una transición que merece celebrarse.
En estados como Michoacán, Oaxaca y Puebla, las comunidades preparan altares majestuosos y celebraciones que atraen a miles de visitantes. En Yucatán, el sentido espiritual adquiere una dimensión singular: la tradición del Hanal Pixán, o “comida de las ánimas”, combina elementos prehispánicos y cristianos, y cada año refuerza la identidad del pueblo maya.
El corazón del Festival de las Ánimas
En Mérida, el Festival de las Ánimas se ha consolidado como uno de los eventos culturales más importantes del sureste mexicano. Este año, la alcaldesa Cecilia Patrón Laviada informó que el sábado por la noche se realizará el encendido de las imágenes monumentales alusivas al Día de Muertos, las cuales permanecerán instaladas hasta el 20 de noviembre en distintos puntos de la ciudad.
El Paseo de las Ánimas iniciará en el Cementerio General, donde cientos de personas caracterizadas como difuntos y ánimas recorrerán las calles hasta llegar al barrio de San Juan, pasando por la Ermita de Santa Isabel, donde se proyectará un video mapping sobre la fachada de la iglesia. En el trayecto, los visitantes podrán apreciar altares, representaciones artísticas y muestras gastronómicas que exaltan la herencia cultural yucateca.
El cementerio general, un escenario de respeto y memoria
Como innovación de este año, el Ayuntamiento de Mérida dejará abierto el Cementerio General al concluir el desfile, con iluminación especial y nichos decorados con telas y flores, en un gesto similar a las tradiciones de Oaxaca. Esta propuesta busca que las familias puedan recorrer los pasillos del camposanto y rendir homenaje a sus seres queridos en un ambiente de contemplación y belleza.
“Queremos que la gente viva la experiencia completa del Hanal Pixán, que sienta la cercanía con sus difuntos y que se reconozca el valor de nuestras tradiciones”, explicó Arturo León Itzá, director de Desarrollo Social y Combate a la Pobreza del Ayuntamiento.
La gran vaquería: identidad y alegría del pueblo yucateco
El cierre del Paseo tendrá lugar en el Parque de San Juan, donde se realizará una Magna Vaquería con la participación de 150 mestizos ataviados con trajes típicos. Este baile, acompañado por orquesta jaranera, representa la esencia del espíritu festivo de Yucatán: la alegría que une a las familias, el respeto por la tradición y el orgullo por sus raíces.
En paralelo, se desarrollarán ferias y eventos en colonias y comisarías, como la Feria del Mucbipollo en Juan Pablo II y San Sebastián, donde las familias podrán degustar este platillo emblemático del Hanal Pixán. El mucbipollo, cocido bajo tierra, simboliza la unión entre el mundo de los vivos y los muertos.
Turismo, seguridad y promoción cultural
La alcaldesa Cecilia Patrón destacó que estos eventos fomentan la convivencia de todos los habitantes de la ciudad —del norte, del sur y de las comisarías—, además de atraer visitantes nacionales e internacionales. En días recientes, una rueda de prensa en la Ciudad de México promovió los festejos de las Ánimas, invitando a los capitalinos a descubrir la calidez de Mérida y la magia de sus tradiciones.
El gobierno municipal, a través de la Unidad de Turismo, ha preparado paquetes promocionales que incluyen recorridos, visitas guiadas y experiencias gastronómicas, aprovechando la reputación de Mérida como la ciudad más segura de México, factor clave para el turismo familiar.
“La idea es que los meridanos y visitantes puedan transitar por las calles con tranquilidad, comprar sus insumos para los altares y convivir en familia sin preocupaciones”, subrayó la alcaldesa. Además, informó que se han realizado operativos de limpieza y fumigación en los cementerios, así como reforzamiento de la seguridad en mercados y zonas turísticas.
Tradición, economía y comunidad
El Festival de las Ánimas no solo tiene un impacto cultural, sino también económico, pues deja una derrama importante en la hotelería, restaurantes, transporte y comercio local. De acuerdo con estimaciones del sector turístico, miles de visitantes arriban a Mérida y sus alrededores durante esta temporada, motivados por la autenticidad de las celebraciones.
En México, las festividades del Día de Muertos generan cada año una movilización masiva: millones de turistas nacionales y extranjeros viajan a los principales destinos culturales del país, desde Pátzcuaro y Mixquic hasta San Andrés Mixquic y Mérida, consolidando esta tradición como uno de los principales atractivos del calendario turístico.
Una ciudad que celebra con el alma
Con su encanto colonial, su tranquilidad y su arraigado sentido comunitario, Mérida se convierte cada año en un puente entre el pasado y el presente, donde las ánimas son recibidas con respeto, música y flores. El sonido de las jaranas, el aroma del mucbipollo y la luz de las velas crean una atmósfera única, en la que se honra la vida a través del recuerdo.
El Festival de las Ánimas no solo fortalece la identidad cultural de los yucatecos, sino que también proyecta a Mérida como un destino vibrante y seguro, en el que la tradición se vive con alegría, fe y esperanza.
Aquí, la muerte no se teme: se celebra con amor.
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