Hay que tomar decisiones firmes y cumplir tus propias metas porque sólo se vive una vez, afirma categóricamente.
Viajar nos permite disfrutar y experimentar gratas experiencias, hacer nuevos amigos, enfrentar retos y sobre todo, vencer nuestros propios miedos. Me considero una mujer valiente y les puedo decir que mi vida está resumida en un viaje que inició en Canadá y está planeado concluir en Argentina… viajando sola y por carretera.
En mi ciudad natal, Ontario, la capital de Canadá, trabajé mucho con el objetivo de algún día, encender mi carro y salir a carretera sin parar…
No me arrepiento. Es lo mejor que me ha pasado en la vida.
Conocer diferentes países, personas y sobre todo disfrutar de la belleza natural de sitios como Bacalar, en Quintana Roo es una maravilla.
Durante nuestra estancia en Quintana Roo de camino a la zona arqueológica de Ichkabal, que abrió sus puertas al público a principios de este año, pasamos una noche en el hotel Hacienda Bacalar y de madrugada nos dirigimos a la Laguna de los 7 colores para ver el amanecer, lo cual es un espectáculo increíble.


A unos metros de la laguna, descubrimos un trailer park con algunos autos adaptados para acampar. Ahí conocimos a Ana, quien nos relató su historia.
Pese a que su idioma natal es el inglés, su español es casi perfecto porque lo estudió desde muy joven con la intención de cristalizar su máximo sueño: viajar sin que el lenguaje fuera una limitante.
Una de sus principales recomendaciones tanto para hombres como mujeres es que no tengan miedo. Hay que tomar decisiones firmes y cumplir sus propias metas porque sólo se vive una vez, afirma categóricamente.
Señala que muchas personas trabajan para acumular dinero y bienes materiales porque así es como encuentran la felicidad, pero nada se compara al hecho de viajar, conocer nuevos lugares, costumbres, personas y disfrutar de la gastronomía que nos ofrece cada sitio.
A la pregunta obligada, del por qué viajar sola y por carretera en una travesía de miles de kilómetros, sonríe y dice que “Eso es la vida”.
Además no está sola, en realidad. En este momento forma parte de una caravana de seis autos que siguen la misma ruta. Hay dos mujeres españolas, una familia de Veracruz, otros de CDMX y otra pareja de Jalisco.
¿Cómo es la travesía? ¿Hay peligros en el camino? ¿Cómo saber en dónde dormir con seguridad? Y lo principal cómo se puede costear un viaje tan largo? Fueron algunas de las preguntas inmediatas.
Lo principal es tener un sueño y trabajar sin descanso para cristalizarlo, aunque ciertamente no hay dinero que alcance. La fórmula es que en Canadá tengo un departamento y lo rento, así tengo ingresos permanentes y puedo gastar durante el viaje, aunque eso sí, soy muy administrada.
Ana nos mostró algunas de las modificaciones que le hizo a su camioneta, en donde cuenta con una cama y una pequeña estufa para calentar su café por las mañanas.

Podría hacerlo, pero no me gusta cocinar, prefiero comer en algún restaurante, asegura.
¿Cómo es viajar en caravana si apenas se conocieron, quizá no se comparten los mismos gustos, la idea de visitar un mismo lugar?

Una amiga de México me contactó por internet con este grupo de vacacionistas. Nos encontramos en el camino y ahora formamos una gran amistad, una familia, podría decirse.
En el grupo cada quien es libre de visitar los lugares que elija. En Bacalar llevamos algunos días y disfruto la ciudad caminando porque son distancias cortas.

¿Has tenido algún percance en el camino?
Ninguno. Obviamente el carro está en excelentes condiciones eléctricas y mecánicas para que no suceda nada. Una de las “reglas” que establecimos como grupo es manejar en carretera solo durante el día, cuando nos desplazamos de una ciudad a otra o de un Estado a otro.
Al llegar a una ciudad nos dirigimos a las autoridades locales y solicitamos su apoyo para que nos informen en donde podemos dormir sin problema, con seguridad. Como aquí, en Bacalar, en este trailer park.
Al llegar a una ciudad buscamos en internet si hay trailers park, son sitios muy seguros. Incluso en algunos hay servicio de regadera, así que tienes todo a la mano.
De los Estados de México que ya has conocido ¿te gustó alguno en especial?
Todos, cada uno tiene muchas cosas en especial. La CDMX me pareció increíble. Muchas de las que he visitado, pero por el momento no recuerdo bien los nombres.

¿Todos van hasta Argentina?
No, yo en lo personal tengo esa meta. La familia de Veracruz termina su viaje en Cozumel, que es el próximo punto. Incluso, un muchacho que viaja en su motocicleta termina su recorrido en Belice. Mi meta es Argentina.
Mientras viajas en carretera ¿hay algún pensamiento en especial?
No, pero en algún momento pensé escribir un libro sobre mi vida y contar toda esta historia.
¿Qué mensaje le darías a las personas de espíritu aventurero?


Que no tengan miedo. Que tomen la decisión y salgan a conocer el mundo. Que no se aferren a lo material porque no vale la pena. Solo se vive una vez y debemos aprender a disfrutar cada instante con intensidad.
¿La muerte?
Algún día nos va a sorprender, pero mientras no llegue ese momento hay que disfrutar al máximo. El amanecer, las noches, la lluvia, el calor, el viento, el canto de las aves y, cuando descubres que en todo lo que te rodea hay magia… en cualquier lugar te puedes encontrar con Dios.
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