VIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
+ Gustavo Rodríguez Vega, Arzobispo de Yucatán
La homilía del VIII Domingo del Tiempo Ordinario reflexiona sobre la importancia de la prudencia en el hablar, destacando que las palabras reflejan lo que hay en el corazón.
Se mencionan refranes y enseñanzas bíblicas que resaltan la responsabilidad del lenguaje y su impacto, como el pasaje de Santiago sobre el poder de la lengua y la enseñanza de Jesús en Lucas: “La boca habla de lo que está lleno el corazón”.
Se advierte sobre la falsedad en el discurso, haciendo una analogía con los sofistas de la antigüedad y los discursos políticos actuales, enfatizando la necesidad de autenticidad y verdad.
Además, se señala que antes de juzgar a los demás, es esencial examinarse a uno mismo, recordando la parábola de la viga y la paja.
El Arzobispo también llama a mejorar el lenguaje en la vida cotidiana y el entretenimiento, promoviendo el respeto en los hogares.

Finalmente, menciona la cercanía de la Cuaresma, invitando a la oración, el ayuno y la limosna, recordando que estas prácticas deben hacerse con amor y un verdadero sentido de penitencia.
Que esta Cuaresma sea una oportunidad para crecer en santidad. ¡Sea alabado Jesucristo!
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