Viacrucis Viviente en Yucatán, acto de fe y reflexión que congrega a miles de personas

En Pacabtún, Acanceh y Baca asisten miles de familias a este encuentro anual con la fe para mantener viva la tradición y el culto a Jesús, el Nazareno

Cristian Uc representa en Pabactún, por primera vez a Jesús el nazareno, nombre que se le dio por ser el gentilicio del pueblo de Galilea, actual Israel, donde Jesús pasó la mayor parte de su vida, según la Biblia.

A pesar del intenso calor, miles de meridanos y meridanas abandonaron sus casas para acompañar a Cristian Uc, escenificando a Jesús en su recorrido por varias calles de la colonia Pacabtún, escenario del Viacrucis viviente en el oriente de la ciudad.   

En Pacabtún, Mérida, Yucatán, se celebra un Viacrucis viviente cada Viernes Santo, una tradición religiosa donde se representa la Pasión y Muerte de Jesús.

El Viacrucis de Pacabtún es una de las celebraciones más importantes de Mérida, y atrae a miles de feligreses. Este año el Viacrucis inició a las 12:00 del mediodía en la calle 21 del fraccionamiento Pacabtún, a la altura del campo de béisbol, y concluyó en el Santuario del Divino Niño Jesús, después de aproximadamente dos horas bajo un intenso sol.

El Viacrucis de Pacabtún se ha convertido en una tradición religiosa donde los fieles devotos reviven la Pasión y Muerte de Jesús.

En la escenificación de este año participaron miles de feligreses, incluyendo 60 actores de la parroquia de Cristo Rey con una afluencia de aproximadamente 3 mil personas.

Viacrucis, acto de fe y reflexión

El Viernes Santo en Yucatán se realizó con una profunda tradición católica reflejada en una intensa jornada de viacrucis, procesiones y celebraciones eucarísticas que reunieron a miles de personas.

En Mérida, el Ayuntamiento autorizó 29 celebraciones eucarísticas en espacios públicos y 248 procesiones, lo que implicó el cierre temporal de calles a lo largo del día. La coordinación logística y de seguridad es posible gracias a la estrecha colaboración entre la autoridad municipal y la Arquidiócesis de Yucatán.

Acanceh, 45 años de representación ininterrumpida

Entre los viacrucis más emblemáticos figura el de la parroquia de Nuestra Señora de la Natividad, ubicada en Acanceh, un poblado al norte de la ciudad, que este año cumple 45 años de representación ininterrumpida. Aunque no es el más antiguo de Yucatán, se ha convertido en uno de los más populares.

Pacabtún, ha inspirado a otras comunidades de la zona a reproducir sus propias versiones del viacrucis.

En el oriente de la ciudad, otra tradición cobra fuerza: el viacrucis organizado por la parroquia de Cristo Rey y Santa María de Guadalupe – Santuario del Divino Niño Jesús, considerado uno de los más antiguos de la capital yucateca, con más de 40 años de historia.

Esta representación ha inspirado a otras comunidades de la zona a reproducir sus propias versiones del viacrucis. Miles de vecinos de colonias como Pacabtún y Fidel Velázquez se dieron cita para presenciar este acto de fe

Pasión de Cristo en Baca: encuentro anual con la fe desde hace 45 años.

El municipio de Baca vivió con profunda fe y devoción la 45ª edición de su tradicional viacrucis viviente, una de las representaciones más emblemáticas de Semana Santa en Yucatán.

Como en todo el Estado de Yucatán y bajo el intenso sol del mediodía, Jesús fue enjuiciado, castigado y finalmente crucificado en una jornada que reunió a cientos de feligreses y visitantes en el centro de la comunidad.

La plaza principal se transformó en escenario de los pasajes bíblicos más representativos para una puesta en escena cargada de dramatismo y simbolismo religioso.

Este año, el papel de Jesús lo interpretó Omar Pech, un joven padre de familia originario de Baca, quien asumió el reto como una promesa personal para el bienestar de sus seres queridos. Su compromiso y entrega se reflejaron en cada paso del recorrido.

Dramatismo y entrega en cada escena

Durante la representación, Poncio Pilato insistió en liberar a Jesús, pero el pueblo, encarnado por los actores, exigió su muerte. Caifás advirtió a Pilato que, si no crucificaba a Jesús, se volvía cómplice de sus acciones.

Mientras tanto, Herodes el Grande, acompañado de sus odaliscas, exigía un milagro al Nazareno. Al no obtener respuesta, lo despreció y lo envió de nuevo ante Pilato, pidiendo que le colocaran el manto púrpura imperial.

Pilato cedió ante la presión del pueblo. Ordenó castigar a Jesús con 18 azotes. Los soldados lo golpearon, se burlaron de él, le colocaron una corona de espinas y el manto que simbolizaba su supuesto delito.

Luego, ofreció al pueblo la posibilidad de liberar a Jesús o a Barrabás. Al grito de “¡Suelta a Barrabás!” y “¡Haz morir a Jesús!”, Pilato se lavó las manos frente a todos: “Tomo al cielo por testigo que soy inocente de la muerte de este justo. Jesús de Nazaret, irás a la cruz”.

“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”

Como lo relata el pasaje bíblico, la procesión inicia cuando Jesús comienza su camino con la cruz a cuestas. Recorre las principales calles del pueblo seguido por una multitud en silencio, conmovida por cada escena del viacrucis.Finalmente, cuando la procesión llega al atrio de las diferentes iglesias destinadas para la ocasión, Jesús es crucificado entre Dimas y Gestas.

Los diferentes intérpretes de Jesús culminan la representación que año tras año, mantiene viva la tradición y la espiritualidad de la comunidad cristiana, al cerrar la escena con la frase: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”.

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