Ingeniería Civil: Pilar del desarrollo económico y urbano en Yucatán

Formando a los constructores del futuro: el rol clave del Tecnológico de Mérida.

Más allá del concreto: ingeniería civil con visión sostenible y económica.

En un contexto de acelerado crecimiento urbano y transformación estructural en Yucatán, la carrera de Ingeniería Civil se posiciona como una de las profesiones más relevantes para el desarrollo de las ciudades y la economía del estado, afirmó el director del Instituto Tecnológico de Mérida, José Antonio Canto Esquivel, quien destacó que esta disciplina no solo lidera la demanda académica en la institución, sino que forma parte esencial de los engranajes que hacen funcionar a una sociedad moderna.

Con cerca de 700 estudiantes inscritos, Ingeniería Civil es actualmente el programa educativo con mayor matrícula en el Tecnológico de Mérida. La carrera, que se imparte desde 1977, ha formado a generaciones de profesionales que hoy ocupan puestos clave en el sector de la construcción y el desarrollo de infraestructura, no solo en Yucatán sino en toda la región sureste y a nivel nacional.

“El ingeniero civil participa en prácticamente todos los aspectos de la vida cotidiana de una ciudad”, explicó Canto Esquivel.

Desde la construcción de viviendas, puentes y carreteras, hasta los sistemas de drenaje, hidráulica, electricidad, urbanismo y sostenibilidad, su participación es transversal en proyectos públicos y privados.

ECONOMIA DE LA CONSTRUCCIÓN

“Si no se mueve la economía de la construcción, la economía de una ciudad o de un país se detiene, y los ingenieros civiles son parte integral de ese motor económico”, afirmó.

Uno de los aspectos clave que subrayó el directivo fue la importancia del enfoque ambiental que los ingenieros civiles del Tecnológico están adoptando en su formación y proyectos. Un ejemplo de innovación destacada es la creación reciente, por parte de estudiantes del Instituto, de un bloque traslúcido de concreto que permite el paso de la luz natural, lo cual contribuye al ahorro de energía eléctrica y a construcciones más eficientes y sostenibles.

“La construcción ya no es solo edificar, ahora tiene que responder a temas medioambientales, sociales y económicos. Por eso necesitamos formar ingenieros que sean capaces de crear soluciones integrales que beneficien al entorno en su totalidad”, comentó Canto Esquivel.

Otro factor determinante en la evolución de esta carrera es el modelo de educación dual, mediante el cual los estudiantes del último año cursan sus materias dentro de empresas del sector productivo.

Esto les permite desarrollar habilidades y competencias en un entorno real de trabajo y facilita una mejor integración laboral una vez egresados. En el último año, el Instituto ha firmado más de 450 convenios con empresas de distintos tamaños y sectores, lo que demuestra el impacto tangible de esta estrategia.

“La educación dual permite que los jóvenes no solo aprendan en las aulas, sino que generen mejoras reales en las empresas. Lo importante no es el tamaño de la empresa, sino el hecho de que estén produciendo y que nuestros jóvenes aporten valor”, enfatizó el director.

MOMENTO DE FUERTE IMPULSO ECONÓMICO E INDUSTRIAL

Yucatán atraviesa un momento de fuerte impulso económico e industrial. Con más de siete parques industriales en desarrollo y nuevas inversiones extranjeras en municipios como Motul, donde recientemente se anunció la apertura de una planta con una inversión de 40 millones de dólares, la necesidad de ingenieros civiles altamente capacitados es cada vez más crítica.

“La carrera de Ingeniería Civil va de la mano con la planeación urbana, la sostenibilidad, la infraestructura y la conectividad que exigen estas nuevas inversiones”, apuntó.

En este sentido, el Instituto Tecnológico de Mérida también juega un papel clave en eventos del sector como la Expo Construcción 2025, donde participa activamente para mantener el vínculo entre el sector educativo y el productivo. “Más de 65 años de historia respaldan nuestro compromiso con Yucatán. Estar en este tipo de eventos permite que nuestros jóvenes conozcan de cerca la innovación en la industria y tengan contacto directo con las empresas que los necesitarán como profesionistas”, agregó Canto Esquivel.

Por último, subrayó que el Instituto ofrece programas de becas internas dirigidas a estudiantes con buen desempeño académico y situación económica vulnerable, lo cual permite ampliar el acceso a esta carrera fundamental para el futuro del estado.

“Necesitamos seguir apostando por la investigación en construcción, pero también por un cambio de paradigma: que las empresas se acerquen a las instituciones educativas y no solo al revés. Si trabajamos juntos, podemos formar ingenieros que no solo resuelvan los retos de hoy, sino que construyan las ciudades del mañana”, concluyó.

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