Cempasúchil: flor de vida, flor de muertos que deja derrama por 30 mmdp; este año se cultivaron 20 mil 245 toneladas.
La producción de la flor de cempasúchil, que adorna las ofrendas mexicanas por el Día de los Muertos alcanzó este año las 20 mil 245 toneladas, lo cual representa una derrama económica equivalente a 30 mil millones de pesos, informó el encargado del despacho de la Coordinación General de Agricultura de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Seder), Santiago Argüello.
Informó que el año pasado se sembraron 2 mil 27 hectáreas de flor de cempasúchil, cuyo valor superó los 93.4 millones de pesos, lo cual denota su relevancia económica y social
Esta cifra es superior en un 4.1 % a las 19 mil 442 toneladas producidas en 2021, y es equiparable a unos 27 millones de plantas de este tipo.
El funcionario consideró que esto es muestra de una “franca recuperación, resultado del trabajo coordinado entre productores, comercializadores y autoridades”.
De acuerdo con la Seder, tan solo en Xochimilco, en la capital mexicana, un pueblo emblemático por su producción anual de esta flor y los tradicionales viajes en trajineras, se produjeron 5 millones de ejemplares, lo cual representó un alza de 40 por ciento.
Con información de Seder, la producción de cempasúchil se concentra, además de la Ciudad de México, en Puebla (con mil 557 hectáreas), seguida de Tlaxcala (118), Hidalgo (111), San Luis Potosí (79), Guerrero (69), Oaxaca (43), Morelos (32), Durango (18) y Sonora (dos hectáreas).
En México se han registrado 27 variedades de cempasúchil que están disponibles para su uso en la producción de flores y plantas y se tiene el objetivo de “mantener la conservación de las especies de cempasúchil mexicano, el desarrollo de nuevas variedades para la floricultura y la agroindustria, y promover su uso en la alimentación humana”.
Originaria de México, su nombre proviene del náhuatl “Cempohualxochitl” que significa: flor de 20 pétalos. En la época prehispánica, los mexicas asimilaban el color amarillo de esta flor con el sol, por ello, la utilizaban en los altares, ofrendas y entierros dedicados a sus muertos.
Además, la flor de cempasúchil tiene usos medicinales, principalmente para el tratamiento de padecimientos digestivos, fiebre e incluso enfermedades respiratorias como la tos. En algunos lugares se utiliza para tratar problemas de la piel como verrugas, salpullido y llagas, entre otros.
Asimismo, esta bella e icónica flor, se utiliza para obtener colorante natural para teñir objetos, prendas o alimentos, en la avicultura suele utilizarse para alimentar a las aves con el fin de que su piel y la yema de los huevos aumenten su coloración amarilla, también es la materia prima para elaborar cervezas artesanales, nieves o un buen pulque.
El estado de Puebla ocupa el primer lugar en la producción de esta flor, en 2019 la producción es ese estado superó las 14 mil 900 toneladas. Su diversidad es extensa, en México se estima la presencia de 35 especies de las 58 referidas para América.
La tradición marca hacer senderos con pétalos de cempasúchil, desde la entrada principal hasta el altar de la casa con la finalidad de guiar a las almas al banquete dispuesto en su honor.
Es tiempo de que las flores realicen su objetivo principal que es dirigir las almas a los hogares donde se les esperan con una ofrenda que contiene alimentos, bebidas, dulces, y todo aquello que les gustaba, que prepararon las personas que los recuerdan año con año, pero que esperan con ansias que puedan regresar para estar junto a ellas por unas horas.
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Con machete en mano, trabajadores del campo comienzan a cortar cada cempasúchil con el objetivo de que lleguen a tiempo y en buenas condiciones a cada hogar mexicano, para dar vida y color a los altares.
El nombre de esta flor icónica de México proviene del náhuatl “Cempohualxochitl” que significa “veinte flores” o “ varias flores”, esta cuenta con una forma peculiar, ya que tiene apariencia esponjosa, puede ser amarilla o naranja, de pétalos largos o cortos, con un olor penetrante y fuerte, que es agradable para el sentido del olfato, es tan única que su periodo de vida es de cuatro meses: se siembra en el mes de julio y se corta en octubre, debido a que en ese periodo la tierra está lista para ayudarla a crecer.
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