Emprendedor y pionero del Turismo en Mérida, Yucatán, fue el fundador del Hotel El Conquistador
La Asociación Mexicana de la Industria Turística de Yucatán, presidida por Rosa Isela García Pantoja, entregó su presea a los ganadores del “Premio Jaguar de Turismo 2021”, cuyo objetivo es hacer conciencia y sensibilizar al sector público y privado sobre la importancia de conservar nuestros patrimonios históricos, culturales y del medio ambiente.
El reconocimiento póstumo del Consejo Valuador del Jaguar del Turismo 2021, para reconocer a hombres y mujeres que han sido pilares por su exitosa trayectoria y valiosa contribución al desarrollo económico en materia de turismo fue para Miguel Ángel Carrillo Espinoza, fundador del Hotel Conquistador de la ciudad de Mérida.
Te presentamos su historia:
Esta es la historia de un hombre de cuna humilde que supo reinventarse así mismo, hasta llegar a ser un gran pilar en la economía empresarial turística del estado de Yucatán. La realidad superó a la ficción, una vida de superación que nos enseña que el destino lo haces tú.
El 12 de septiembre de 1937 nació en la ciudad de Mérida Miguel Angel Carrillo Espinoza, por el rumbo de San José de la Montaña, fue el menor de 3 hijos.
Desde muy pequeño conoció la pobreza y escasez de suministros a causa de la segunda guerra mundial. En su condición una que otra vez le faltó alimento, razón por la cual desde pequeño comenzó a apoyar a la economía familiar como todos los demás.
Al principio ayudaba a su papa a cuidar los animales y ganaba un pequeño incentivo que guardaba en una pequeña lata de conservas; de esta manera juntaba para comprar pepitas que aprendió a tostar y las salía a vender.
A los 12 años, en su recorrido vendiendo pepitas pasaba por casa de una vecina y vio una hermosa y mediana planta de naranjas. Se presentó con la dueña y le dijo muy seguro: señora le compro su mata de naranjas.
La señora se sorprendió al principio y luego empezó a carcajear por la ocurrencia del menor. Sin embargo, como lo vió tan serio e insistía le dijo que sí. Miguel Angel fue a su casa y de sus ahorros le pagó $3 pesos en moneda de plata de aquellos tiempos.
Diario se presentaba a regarla cuando comenzó a dar frutos, él vendía los saquillos y de esta manera reunió más dinero para comprarse un triciclo y hacer otros trabajos, entre ellos el traslado de personas.
A los 15 años su vecino Feliciano Palma, de oficio orfebre del mercado Lucas de Gálvez, vio el potencial del joven emprendedor y ofreció enseñarle este noble oficio, él acepto ser su aprendiz.
A la edad de 20 años ya hacía sus piezas y las salía a vender. Su habilidad con el comercio de prendas de oro y plata le fueron abriendo camino.
Con el tiempo, al retirarse su mentor del negocio, le compra su joyería. Miguel llegó a tener hasta 20 colaboradores orfebres trabajando para él.
Se hizo de un nombre y fué muy respetado por sus valores agregando que nunca se olvidó de sus raíces.
En 1970 le da otro giro a su vida. Ya casado, con 7 hijos y un patrimonio respetable, le ofrecen en venta un predio en el Paseo de Montejo.
Pero siguiendo sus instintos y olfato para los negocios -solo contaba con estudios de primaria- compró el predio y la razón fue que vio en el sector turismo un motor de desarrollo económico y visualizó un hotel innovador para su época.
Sus conocidos le decían; cuidado, eres un joyero ¡No es tu negocio el turismo!.
Persistió en su sueño, contra viento y marea, enfrentando muchos retos y desafíos en el proceso incluyendo no ser sujeto a crédito al considerarlo una inversión riesgosa.
Su inquebrantable voluntad rinde frutos y obtiene un apoyo de Fonatur, el 12 de diciembre de 1984. Catorce años después inaugura la primera torre de su hotel… tuvieron que pasar otros 7 años más para concluir la segunda torre.
Un hotel familiar que llamó “El Conquistador” -se imaginarán por qué escogió ese nombre- con 157 habitaciones.
Actualmente es el edificio más alto del Paseo de Montejo y por decreto del INAH, no puede haber otro edificio más alto que éste en la emblemática avenida.
Don Miguel Angel falleció el 22 de diciembre del 2017. Fue un hombre visionario, adelantado a su época y practicó el turismo responsable (buenas prácticas empresariales que estimulan el desarrollo y apego al derecho laboral).
Solidario con causas sociales, el mejor legado que le dejó a su familia fue:
Fomentar la identidad propia, rescatar, salvaguardar la cultura y el arte culinario apoyando siempre a la cadena de valor local.
Con bases sólidas e identidad propia, que aporta una nueva generación, hoy su legado empresarial turístico perdura a cargo de su hijo el Jorge Carrillo Sáenz, presidente del Consejo Empresarial Turístico de Yucatán (Cetur), y actual director general del hotel El Conquistador, que trabaja en la transición para llevarlo a otro nivel en materia de hospitalidad, más inclusiva y sostenible. Biografia: Consejo Valuador del Jaguar del Turismo.